Homecoming w/ Andrés Espinosa.

Andrés Espinosa x That Latin gal.

Men local fashion from the eye of a real conossieur.

Soy un hombre apasionado por la moda. Decidí dedicar mi vida a ella y creo que eso ya dice bastante sobre nuestro compromiso. Creciendo en una ciudad pequeña en Santander, los sueños en esta industria se expresan con grandilocuencia, y poco a poco y sin darnos cuenta, creemos que nuestro país se hace chiquito y las ganas de comerse el mundo se hacen incontenibles. Con los años he aprendido mucho pero eso es discurso para otro día, una cosa si, mi país es suficiente.

Mis sueños pueden crecer en él y tengo la responsabilidad que adquirí por voluntad propia de evolucionar a su lado. Hoy Beli me pasa la batuta (un honor y debo admitirlo, unos zapatos bastante grandes por llenar) para abrir el diálogo sobre moda masculina en Colombia. Mi experiencia me ha hecho compartir y celebrar a tantos talentos de la moda local en sus cruzadas por innovar, vestirnos y crear un negocio rentable. Pero esa experiencia va muy ligada a la moda femenina que manda la parada. No es mucho lo que he hecho en hombres y cuando me pongo a pensarlo, no hay mucho diseñado para hombres.

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Ahora les hablo como consumidor entusiasta, no cómo fotógrafo. Creo que me descarrilé en algún momento de la ruta que debía seguir o por cual sea la razón me empecé a sentir un poco exiliado de la moda en Colombia. Empecé a dibujar dos extremos en mi cabeza. Por un lado sentía que me ofrecían un ideal elitista, idealizado ( de que la moda solo funciona para definir el éxito de un hombre) y predecible. Esta estética del hombre de negocios que nos presenta el sueño y la utopía de la masculinidad. Clásico, elegante y apropiado para cada ocasión. Por el lado contrario, encontraba la moda como acto de rebelión.

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De romper parámetros de género, razas, posiciones políticas, estratos y simplemente de ofrecer un punto en contra a las construcciones estandarizadas por la sociedad. Un acto cómo tal no puede ser traducido en una estética menos que teatral. It’s loud and clear... as it should. Quiero enfatizar que no estoy diciendo que ninguno esté mal. Soy fiel embajador de la moda como ejercicio de libre expresión.

Me refiero es a que no lograba encontrar mi lugar en ninguno de los dos. Siendo terco como soy quise encontrarlo y así retomamos el tema de hoy. Ser apasionado por la moda en Colombia cómo hombre trae sus retos al vestirse y es un gran ejercicio para experimentar. Me cambié la formula y borré los extremos que tenía en mi cabeza. Empecé por enfocarme en las piezas como objetos y que querían comunicar más allá del universo de su respectiva marca. Mi trabajo diario es construir a base de una pieza el universo, porque no hacerlo para mi mismo.

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Esa es la jugada para consumir moda local masculina y para la muestra un botón. True es una marca joven, su ADN es urbano y su estética la definen las calles y la música. Es rebeldía de la buena, sin embargo a mis casi 30 años me genera un poco de inseguridad verme como si tratase de bajar el número en el ponqué y pasar por adolescente de nuevo. A pesar de eso, el producto cómo tal es delicioso. Es cómodo, la tela es wow, los colores son sólidos y fáciles de combinar y si miro estrictamente el corte (Tiendo a alejarme de cualquier cosa que me quede ligeramente ajustada) es perfecto para mi estilo. Así que esta sudadera True es mi go to de esta marca. Cómoda, solida, cool y elegante con esa bota ancha.

Paralelo a ella, está combinada con una camisa de Victor del Peral. Victor diseña para el ejecutivo Colombiano y sus camisas son el quintessential must have de todos ellos. Tienen un corte slim fit que realza el cuerpo, una factura impecable y cómodas para usarlas en largas jornadas. ¿Se acuerdan que les dije que nada apretado o corro? Bueno, el Slim fit no es para mi, pero la curva de Victor abarca hasta la talla XXL. Esta es otra maniobra que podemos usar para vestirnos, la talla como patrocinador del corte. Oversize is in to stay y cuando vi este trabajo de patchwork sutil en sus camisas me enamoré. Es cool, understated y elegante... un par de tallas más que la mía y funciona de maravilla. Otro ejemplo de cómo podemos tomar las piezas por como son, independientes de su universo, es La Petit Morte y Camilo Alavrez. Ambas marcas preciosas con una vena muy experimental en tendencias y factura. Hay que perder el miedo para encontrar las hero pieces de las que todos se van a enamorar. Si bien cada diseñador tiene su fantasía y esa es la que comunica, eso es lo lindo de la moda como negocio, nosotros como consumidores decidimos de que parte apropiarnos.

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Así que la próxima vez que vean un look complejo, desmiémbrelo en partes y siempre piensen como la usarían en su cotidianidad y la felicidad que les puede traer una pieza única en sus closets. El siguiente paso para consumir moda local es editar y hacer styling. Lugó Lugó es una marca de lujo paisa que se enfoca en la sensualidad masculina. Tienen una cualidad resort wear y de sastrería inmaculada. Para su última entrega y teniendo en cuenta el panorama mundial, giran un poco sus piezas al leisurewear, lujo y sensualidad en casa. Con piezas en seda y estampados inspirados por el zodiaco, en mi opinión, generan las piezas icónicas para las próximas vacaciones... cuando sea que lleguen.

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De la misma manera, Vera es una marca bogotana que se especializa en outerwear y piezas de cuero. Creo que han hecho un trabajo excepcional en el departamento de los básicos cool y bien hechos. A pesar de ello debo confesar que tengo mis conflictos con el cuero. Siento que es el atajo más rápido al bad boy look, pero creo que es uno que no domino muy bien o tal vez con el que no me identifico del todo.

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A lo que voy con todo esto es que son marcas que admiro un motón, pero con las que me puedo perder en medio de su oferta. Es ahí donde es clave editar y hacer styling. Tal vez si esta camisa la utilizo con denim de papá le puedo quitar dos puntos de sensualidad, tal vez si esta chaqueta la utilizo con unos pantalones divertidos me funcionaría a la perfección. O simplemente encuentro la pieza perfecta en medio de su inventario, me enamoro y no la dejo ir jamás.

Por último quiero hablarles de los B.A.B.: BAD ASS BASICS. Hay marcas silenciosas que nos seducen tímidamente. Su universo no es tan ruidoso pero es muy efectivo para quien sabe escuchar. No Label y Erre Tres para mi son de esos hallazgos. Muchas veces solo necesitamos un básico bien logrado para armar un killer look. No label tiene camisetas y hoodies lo suficientemente sencillos para combinar con lo que sea y cool para completar la pinta. Además su estética y mensaje de inclusión es un valor añadido a la marca que como consumidor quiero participar y amplificar.

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Consecuente con ello, Erre Tres es una marca Bogotana que se especializa en Knitwear, trayéndonos el saquito que no nos vamos a querer quitar. Eso todo por hoy, espero esta charla sea productiva. Por mi lado me divertí un montón escribiéndola. Ese es el tema con las pasiones, como evitar compartirlas.

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Moraleja: Si se puede vestir de Colombia, in fact: You must.

Mucho amor,

Andrés.

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Ana Beliza Mercado